El informe estadístico, que desde 2019 entrega la organización con datos entregados por el Ministerio Público, revela que durante el año pasado se registraron 40.361 denuncias de este tipo, 3,9% menos que en 2022, cuando se reportó un peak histórico. Los números reflejan una estabilización del ingreso de casos tras el incremento del 42% que se dio en 2022, en relación con las cifras que se reportaban antes de la pandemia.
Una disminución de 3,9% se registró durante 2023 en las denuncias de delitos sexuales contra niños, niñas y adolescentes (NNA) en Chile. La cifra se desprende del más reciente estudio estadístico de Fundación Amparo y Justicia realizado a partir de datos proporcionados por el Ministerio Público.
El informe revela que el año pasado se registraron 40.361 denuncias por delitos sexuales contra NNA, versus las 41.999 reportadas en 2022, el cual fue considerado como el máximo histórico registrado.
Esta baja, indican desde la Fundación, refleja una estabilización en el número de casos ingresados, luego que en 2022 se observara un considerable incremento de denuncias: un 42% más que las registradas antes de la pandemia, cuando las instituciones volvieron a operar con normalidad y las escuelas regresaron a la presencialidad.
“La tasa de crecimiento se ha estabilizado. Este fenómeno se ha observado en países como Inglaterra, donde los casos de abuso sexual infantil aumentaron en un 70% durante el período post pandemia”, explica Nicolás Pietrasanta, jefe de Estudios y Políticas Públicas de Fundación Amparo y Justicia.
Sin embargo, a pesar de esta caída, las denuncias por delitos de este tipo se mantienen sobre las 40 mil, un número alarmante si se considera que estudios a nivel mundial han estimado que más de un 80% de las violaciones y agresiones sexuales con víctimas NNA no son denunciadas.
El estudio, realizado por Fundación Amparo y Justicia desde 2019, analizó en esta ocasión los datos del Ministerio Público registrados entre 2006 y 2023. En ese lapso, se recibieron 362.355 denuncias con niños, niñas y adolescentes como víctimas. En comparación con el año 2006, las denuncias han aumentado 3,21 veces a la fecha.
El perfil de las denuncias
De acuerdo con el estudio, las niñas y adolescentes siguen siendo las más afectadas, con un 84,3% de las denuncias ingresadas, versus el 15,7% que corresponde a víctimas de sexo masculino, denuncias que crecieron un 14,1% en 2023.
Además, un 70,3% de las denuncias corresponde a niños, niñas o adolescentes entre 10 y 17 años, lo que reflejaría la mayor consciencia que tienen los adolescentes respecto a sus derechos. Por el contrario, en edades más tempranas existe más dificultad para identificar este tipo de delitos (11,4% de las víctimas tiene entre 0 y 5 años).
En cuanto al tipo de agresión, un 77,6% corresponde a abuso sexual, seguido de violaciones (13,5%) explotación sexual (3,4%) y estupro (2,7%). Entre 2022 y 2023, las denuncias por violación se triplicaron.
La entidad que más recibió este tipo de denuncias fue el Ministerio Público (28,8%), seguido por Carabineros de Chile (25,5%), PDI (13,5%), y finalmente por juzgados y tribunales (9,5%).
Otras cifras preocupantes
Un importante número de estas causas se desestima. Según la investigación, un 68,4% de las causas en 2023 tuvieron salidas no judiciales, siendo archivadas un 60% de ellas. “La alta proporción de causas archivadas refleja la necesidad de mejorar los resultados persecutorios”, advierte Nicolás Pietrasanta.
A su vez, el estudio muestra que solo un 38,9% de los niños, niñas y adolescentes ingresados como víctimas en 2023 accedieron a una entrevista investigativa videograbada (EIV), cuya ley fue impulsada por Fundación Amparo y Justicia para dar mayor resguardo a las víctimas. “Por casi dos décadas hemos impulsado esta política pública que busca prevenir la victimización secundaria de NNA víctimas de delitos sexuales y otros graves, así como facilitar la recolección de sus testimonios para usarlo en el proceso persecutorio. Por ello creemos que las instituciones deben hacer todos los esfuerzos para que ningún NNA víctima, que esté en condiciones de entregar su relato, deje de ser entrevistado”, concluye el experto.